Marc Gasol: "No quiero dejar de ser el hermano de Pau, nunca"
Marc Gasol es el baluarte, la piedra guía sobre la que se sostienen estos Grizzlies que han llegado a las Finales del Oeste. Un hito histórico que no ha cambiado al pívot. "No me asombra la dimensión que he tomado porque desayuno y como lo mismo que hace años", afirma.
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Marc Gasol ha alcanzado la madurez deportiva y poco o nada queda ya de aquel 'postadolescente' casi imberbe que apareció por sorpresa en la concentración de la selección española en el Mundial de Japón y que días más tarde se convertiría en campeón del mundo, sorprendiendo a propios y extraños con el rendimiento ofrecido.
Aquel joven pívot, baluarte defensivo en la final ante Grecia, era
entonces el hermano pequeño de Pau Gasol. Hoy se ha convertido por
derecho propio en Marc Gasol, pívot de los Memphis Grizzlies, Mejor
Defensor del Año en la NBA, all star y líder indiscutible de un equipo
que ha hecho historia al clasificarse por primera vez para las Finales
del Oeste. Una gesta que su hermano mayor no pudo lograr. Aunque
aquellos Grizzlies no eran estos.
Marc ha pasado de ser el hermano de a ser una referencia en la NBA, aunque para él sólo hay una referencia: lleva el número 16 y, de momento, juega en los Lakers. "No quiero dejar de ser el hermano de Pau, nunca", afirma el mediano de la saga Gasol, que también se acuerda del joven Adriá. "Estoy orgulloso de ser hermano de Pau y de Adria. El baloncesto es una etapa y un trabajo. Cuando se acabe esto serán mis hermanos igual. Son etapas de la vida que hay que disfrutar y ya está".
El líder de estos sorprendentes Grizzlies sabe que algo ha cambiado a su alrededor y que con su juego en la cancha se ha ganado el respeto de compañeros y rivales. Sin embargo, este reconocimiento no ha cambiado ni un ápice la mentalidad del jugador de Sant Boi que sabe que aún le queda mucho recorrido.
"El reconocimiento está bien, pero hay que gente que trabaja bien y no está reconocida. El reconocimiento no es mi objetivo", afirma. "Es una cosa que está bien, pero no cambia nada. Tienes que seguir haciendo lo que haces. Significa que hay gente que cree en mí y que tienes que seguir trabajando en la misma dirección"
Marc vive con los pies en el suelo y no ha cambiado nada desde que veía a sus compañeros del Barcelona en pista mientras él se carcomía en el banquillo. Entonces y ahora que está en lo más alto sólo ha tenido una idea en su mente: trabajo. Es el motor que le ha llevado hasta donde está ahora.
"No ha cambiado nada de mi día a día. No me asombra la dimensión que he tomado porque desayuno y como lo mismo que hace años, no lo miro con esos ojos", confiesa ante el tamaño que ha alcanzado su figura. "No me ha cambiado nada. El reconocimiento está bien, pero hay gente que hace su trabajo y no se la valora, y lo hace realmente bien. Al final uno mismo sabe si uno lo da todo o no".
La verdadera dimensión de Marc se ha agrandado y se ha visto reconocida con el trofeo al mejor defensor de la temporada. Un galardón que hasta al propio Marc ha sorprendido. "Fue un honor, fue único, pero realmente no lo esperaba", se sincera el pívot. "No soy un jugador defensivo. Intento hacer todo lo que puedo en el campo. La defensa es importante para los Grizzlies porque a veces tenemos dificultades para atacar".
Un trofeo que para Marc lleva escrito el nombre de todos y cada uno de sus compañeros. "Es un reconocimiento a todo el trabajo del equipo. Tres de los 10 de los dos quintetos defensivos son de Memphis y eso dice mucho", reconoce un jugador que sabe de la importancia del concepto equipo para llegar a lo más alto. Es algo que tiene bien aprendido.
Ahora Marc tiene un nuevo reto: hacer historia alcanzando las Finales de la NBA. Para ello tiene que jugar su mejor baloncesto y dar su mejor versión. Esa que el propio Marc cree que todavía no ha llegado pues asegura que todavía le queda mucho camino por recorrer para alcanzar su verdadera dimensión.
"No creo que sea mi mejor versión", afirma. "Por situaciones que hay ahora, tengo más puntos y rebotes y más tiros en ataque, pero me parece fuerte decir que es la mejor versión de Marc. Lo importante es que el grupo funciona. Da igual si juego yo bien si el grupo no funciona. Afortunadamente, los Grizzlies estamos bien", volviendo a recordar el concepto equipo. Ese que un día aprendió en Japón y que ahora lleva como bandera de su carrera.
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Marc ha pasado de ser el hermano de a ser una referencia en la NBA, aunque para él sólo hay una referencia: lleva el número 16 y, de momento, juega en los Lakers. "No quiero dejar de ser el hermano de Pau, nunca", afirma el mediano de la saga Gasol, que también se acuerda del joven Adriá. "Estoy orgulloso de ser hermano de Pau y de Adria. El baloncesto es una etapa y un trabajo. Cuando se acabe esto serán mis hermanos igual. Son etapas de la vida que hay que disfrutar y ya está".
El líder de estos sorprendentes Grizzlies sabe que algo ha cambiado a su alrededor y que con su juego en la cancha se ha ganado el respeto de compañeros y rivales. Sin embargo, este reconocimiento no ha cambiado ni un ápice la mentalidad del jugador de Sant Boi que sabe que aún le queda mucho recorrido.
"El reconocimiento está bien, pero hay que gente que trabaja bien y no está reconocida. El reconocimiento no es mi objetivo", afirma. "Es una cosa que está bien, pero no cambia nada. Tienes que seguir haciendo lo que haces. Significa que hay gente que cree en mí y que tienes que seguir trabajando en la misma dirección"
Marc vive con los pies en el suelo y no ha cambiado nada desde que veía a sus compañeros del Barcelona en pista mientras él se carcomía en el banquillo. Entonces y ahora que está en lo más alto sólo ha tenido una idea en su mente: trabajo. Es el motor que le ha llevado hasta donde está ahora.
"No ha cambiado nada de mi día a día. No me asombra la dimensión que he tomado porque desayuno y como lo mismo que hace años, no lo miro con esos ojos", confiesa ante el tamaño que ha alcanzado su figura. "No me ha cambiado nada. El reconocimiento está bien, pero hay gente que hace su trabajo y no se la valora, y lo hace realmente bien. Al final uno mismo sabe si uno lo da todo o no".
La verdadera dimensión de Marc se ha agrandado y se ha visto reconocida con el trofeo al mejor defensor de la temporada. Un galardón que hasta al propio Marc ha sorprendido. "Fue un honor, fue único, pero realmente no lo esperaba", se sincera el pívot. "No soy un jugador defensivo. Intento hacer todo lo que puedo en el campo. La defensa es importante para los Grizzlies porque a veces tenemos dificultades para atacar".
Un trofeo que para Marc lleva escrito el nombre de todos y cada uno de sus compañeros. "Es un reconocimiento a todo el trabajo del equipo. Tres de los 10 de los dos quintetos defensivos son de Memphis y eso dice mucho", reconoce un jugador que sabe de la importancia del concepto equipo para llegar a lo más alto. Es algo que tiene bien aprendido.
Ahora Marc tiene un nuevo reto: hacer historia alcanzando las Finales de la NBA. Para ello tiene que jugar su mejor baloncesto y dar su mejor versión. Esa que el propio Marc cree que todavía no ha llegado pues asegura que todavía le queda mucho camino por recorrer para alcanzar su verdadera dimensión.
"No creo que sea mi mejor versión", afirma. "Por situaciones que hay ahora, tengo más puntos y rebotes y más tiros en ataque, pero me parece fuerte decir que es la mejor versión de Marc. Lo importante es que el grupo funciona. Da igual si juego yo bien si el grupo no funciona. Afortunadamente, los Grizzlies estamos bien", volviendo a recordar el concepto equipo. Ese que un día aprendió en Japón y que ahora lleva como bandera de su carrera.
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